Mindfulness consiste en una vivencia de silencio, unidad y
paz, que utiliza la respiración consciente como vehículo,
induciendo una sensación de calma profunda o
relajamiento en el practicante, la cual tiende a restituirle
la plenitud de sus capacidades y recursos físicos, mentales
y anímicos. (Palatnik, 2017).
Mindfulness es ser consciente de tu momento presente.
No estás juzgando, reflexionando o pensando.
Simplemente estás observando el momento en el que te
encuentras. Los momentos son como un aliento. Cada
respiración es reemplazada por la siguiente respiración.
Tú estás allí sin otro propósito que estar despierto y
consciente de ese momento. Como dice John Kabit Zinn,
reflexionando sobre el rompecabezas japonés de la
atención: "Dondequiera que vayas, ahí estás".
(San Diego University for Integrative Studies; 2006).
Cuento con mucho tiempo y experiencia en la práctica de
distensión, relajación y meditación mindfulness, con excelentes resultados en deportistas, estudiantes,
profesionales, emprendedores y población general
interesada, que me gustaría poner a tu disposición.
Aplicaciones prácticas del Mindfulness
- El Mindfulness actúa en diferentes niveles
generando diversos efectos benéficos. - En primer lugar, a escala fisiológica, mediante los
beneficios biológicos de la respiración lenta (Mark
Sircus, 2012). - Mentalmente estimula nuestra atención y genera
el terreno para la generación de nuevas ideas o
insights (E. Bachrach, 2014). - Anímicamente influye positivamente en nuestra
autorregulación emocional. - Filosóficamente abre diferentes planos de
exploración en cada uno de nosotros, a partir de la
posibilidad de observar y observarnos sin juzgar,
reflexionar o pensar de modo inapropiado o
excesivo. - Resulta ideal como antídoto natural e inocuo
frente a estados de ansiedad, tensión o
irritabilidad.
¿Qúe puedo hacer en mi día a día?
-
Desde nuestra propia línea de Mindfulness
ofrecemos un conjunto inicial de ejercicios básicos que nos permiten aprender a distendernos.
Estamos hablando de algunos minutos. Este paso,
en sí mismo, encierra resultados prácticos
fácilmente constatables. - El ciclo distensión – relajación – desconexión
consiste en una sana disciplina; no es un esfuerzo, ni perseguimos una meta. - A partir de este primer nivel de experiencia,
podremos avanzar en un camino de meditación,
entendiendo dicha acción como “cualquier
método de observación directa de nuestra propia
mente” (Harari; 2018:342). - En el presente punto, sugerimos diferentes
caminos de evolución personales que denominamos “ejes”, algunos de los cuales son los siguientes:-
Eje “frenar”.
-
Eje “limpiar y despejar”.
-
Eje “observar”.
-
Eje “mi auto-concepto”.
-
Eje “El Modelo de la Compensación”.
-
Eje “creencias empoderadoras”.
-
Eje “Modelo (I) + (C) + (I)”.
-
Eje “mis valores e ideales”.
-
Eje “emprender”.
-
Eje “realización”.
-
¿Cómo se practica el Mindfulness?
Aprendiendo a respirar conscientemente con “gentil
persistencia” (Williams & Penman; 2011) como punto de
partida.
¿Quiénes pueden practicarlo?
Todos; desde niños en edad escolar hasta adultos sin
límite de edad. Su único requisito consiste en
sostenernos, durante unos cuantos minutos, en una
situación de aparente pasividad.
¿Cómo son las sesiones?
Individuales o grupales; presenciales o virtuales,
ofreciendo programas a medida de cada interesado, y pudiendo oscilar entre 60 y 90 minutos de duración cada
una.
¿Tienen alguna naturaleza ideológica o religiosa?
No, en absoluto; nuestra acción como terapeutas consiste
en actuar como facilitadores de actitudes y conductas de
observación de la persona, respetando su mundo interno,
privacidad o espiritualidad.
¿Cuándo surgió el Mindfulness en Occidente?
A fines de la década de 1970, fue fundada en el Centro
Médico de la Universidad de Massachusetts la Clínica de
Relajación, luego devenida en la Clínica de Reducción de
Estrés basada en mindfulness. (Manes & Niro; 2014:353).
¿Cuáles son sus raíces?
La meditación introspectiva (vippassana) está en el
corazón del camino budista del despertar.
Basada en las tradiciones budistas de la India y el sudeste
asiático, la meditación interna proporciona un vehículo
simple y accesible para abrir el corazón, aclarar la mente
y vivir de una manera pacífica y libre. Se basa en las
prácticas sistemáticas de los cuatro fundamentos de la
atención plena que entrenan una conciencia clara de la
respiración y el cuerpo, el corazón y la mente, y las leyes
universales que gobiernan nuestras vidas. (San Diego
University for Integrative Studies; 2006).
Más sobre nuestra concepción de Mindfulness
El efecto de la respiración lenta es una sensación de
calma profunda, de relajamiento, de abandono… De
aplicación universal en materia de edades y condición
física del individuo, la inducción del terapeuta promueve
nuestra desconexión mental. La regeneración alcanza el
conjunto de mi organismo, reconectándome, rescatando
claridad de perspectiva y renovando mi energía.
Configura un genuino “descanso del cerebro, y del alma,
en una era de sobrecarga". (Palatnik, 2017).
- ¿Cómo se aplica el Mindfulness en la Educación?
Lo integramos en programas neuro-educativos que lo combinan con otros campos pedagógicos como el ejercicio físico, el deporte o la danza, diseñados para predisponer el organismo del alumno para una óptima participación en clase. Metodológicamente activamos físicamente a los estudiantes para generar un gasto y liberación de energía; recordemos, parafraseando al neurocientífico chileno Fernando López Pinilla, que "nuestros genes están ansiosos de movimiento".
- ¿Qué beneficios tiene en el alumno?
- Neutraliza su inquietud o ansiedad.
- Recupera su capacidad de escucha.
- Potencia su sentido de colaboración y trabajo en
equipo. - Su práctica representa un combate frontal, natural
y eficiente frente a diagnósticos de déficit
atencional, actitudinal, de sueño, hiperactividad o
estudiantes inapropiadamente críticos. (Palatnik,
2017).